ISSN 2660-9037
CINE Y DISTOPÍA COMO SIMULACIÓN, COMPLOT Y
JUSTIFICACIÓN DEL STATU QUO
Briceño-Montilla, Luis Alfonso* Barrios-Uzcategui, Roselia C.*
Universidad Nacional Experimental Rafael María Baralt
Venezuela
RESUMEN
La historia del cine, bien podría mazar la progresión de la sociedad y sus cam-
bios a nivel políco, social, económico, conductual y psíquico; como también,
forjar en su esencia dinámica un instrumento eciente para congurar la memo-
ria colecva en la ‘cultura de masas’. En cuanto a la distopía, elementos como la
sára, rebelión, caos y decadencia social, son algunos de los ingredientes funda-
mentales, esenciales para la formulación de su espectro audiovisual y literario,
como adivos fulgurantes. Consecuentemente, podremos evidenciar diversas
parcularidades provenientes de dicha corriente, entre las cuales destaca una
especie de simulación, complot y legimación del statu quo a través de escena-
rios y contextos que luego parecen materializarse en la realidad social, a ritmos
acelerados.
Palabras clave: Distopía, Simulación, Complot, Legimación, Statu Quo.
CINEMA AND DISTOPIA AS SIMULATION, PLOT AND
JUSTIFICATION OF THE STATU QUO
ABSTRACT
The history of cinema could well qualify the progression of society and its chan-
ges at the polical, social, economic, behavioral and psychic level, as well as for-
ging in its dynamic essence, an ecient instrument to congure the collecve
memory in the culture of the masses ‘. As for dystopia, elements such as sare,
rebellion, chaos and social decadence are some of the fundamental ingredients,
essenal for the formulaon of its audiovisual and literary spectrum, as brilliant
addives. Consequently, we will be able to show various peculiaries from this
current, among which a kind of simulaon, plot and legimaon of the status
quo through scenarios and contexts that later seem to materialize in social reali-
ty, at accelerated rates.
Keywords: Dystopia, Simulaon, Plot, Legimaon, Status Quo.
*Colaborador del Centro de Invesgaciones Literarias y Lingüíscas “Mario Briceño Iragorry” Universi-
dad de los Andes Núcleo ‘Rafael Rangel’, Lcdo. En educación: Mención Geograa e Historia (Universi-
dad de los Andes – Trujillo). M.Sc En Administración de la Educación Básica Universidad Nacional Expe-
rimental Rafael María Baralt (Unermb). Cursante de la especialidad en Metodología de la Invesgación
y Doctorado en Educación (Unermb). Docente acvo e invesgador.
E-mail: Ciudadbohemia1@gmail.com / Orcid.org/0000-0001-6713-1070
*Lcda. En Educación: Mención Lenguas Extranjeras (Universidad de los Andes – Trujillo). M.Sc En De-
recho Procesal Penal (Universidad de los Andes – Trujillo). Cursante de la especialidad en Metodología
de la Invesgación (Unermb). Docente acva e invesgadora.
E-mail: chelybu@hotmail.com / Orcid.org/0000-0002-0190-1279
Recibido: 10/01/2021
Aceptado: 18/05/2021
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INTRODUCCIÓN
La historia del cine, bien podría mazar la progresión de la sociedad y sus
cambios a nivel políco, social, económico, conductual y psíquico; como tam-
bién, forjar en su esencia dinámica un instrumento eciente para congurar la
memoria colecva en la ‘cultura de masas’. En consecuencia, la transguración
de la idendad localista sobre diversos estratos sociales, en parte se debe gracias
al increíble poder abarcador, sugesvo y dominante en la era del logos (imagen)
y medios de masas como disposivos al servicio de poderes hegemónicos. Impo-
niendo así, modismos que demarcan conductas estereopicas en cada década,
gracias a sus parculares métodos publicitarios, persuasivos y clichés.
En la actualidad, la relación entre cine y distopía constuye una fusión me-
diáca, corporava y lucrava importante, manejada desde monopolios cinema-
tográcos como especies de mecanismos coacvos y seductores. Por lo cual, un
conjunto de lmes han sido orientados bajo conceptos como el de un mundo
caóco emplazado por fuerzas divisorias entre buenos y malos, relavos a la
dinámica de ‘Marvel Movies’ y su franquicia de superhéroes y villanos en cons-
tante disputa, recicladas bajo un horizonte que cimenta elementos como la ‘ges-
tación, sublevación y retorno’ entre el desorden y la quietud. Por tanto, si debe-
mos introducir las señales de un arte del complot, es a parr de la unión entre el
cine y la distopía como expresión omnipresente y legimadores del status quo en
la industria cultural del entrenamiento contemporáneo.
Iniciando por un breve bosquejo, el cine, compuesto por la fotograa como
elemento fundamental, da paso a una serie de procesos en aras de su construc-
ción. “La primera fotograa de Niepce, hacia 1823, La table servie, había necesi-
tado catorce horas de exposición. Los primeros daguerropos fueron bodegones
o paisajes” (Sadoul, 2004:6). En cuanto a la transición hecha lm, dicho elemento
es reproducido bajo la técnica del fotograma. Básicamente, consiste en realizar
capturas connuas, para luego ser proyectadas por medio de un disposivo (ca-
jón) compuesto de luz, maximizando la imagen que reposa sobre un carrete que
gira y las va desplegando, originando así, una sensación de movimiento. Tales
elementos, componen la fundamentación del cine en sus inicios. En este sendo:
El cine, que hace deslar ante nuestros ojos veincuatro (y en otro
empo, dieciséis) imágenes por segundo, puede darnos la ilusión
de movimiento porque las imágenes que se proyectan en nuestra
rena no se borran instantáneamente. Esta cualidad (o esta im-
perfección) de nuestro ojo, la persistencia reniana, transforma
un zón que se agita en una línea de fuego (Sadoul, 2004:5).
Posteriormente, tal arte, llamado sépmo por concentrar pintura, escultura,
literatura, arquitectura, danza y música, es bauzado con su naciente nombre
cine’. El surgimiento de ello, revela registros históricos que varían en función de
sus orígenes y perspecvas, llevadas a cabo en diversos empos históricos. Por
ello, desde varias fuentes, se puede rastrear una serie de vesgios que forman
parte de la evolución del cine y conguran algunos de los antecedentes que fue-
ron capaces de inspirar tal creación.
Platón, siendo ajeno a las tecnologías eléctricas y cultura de masas, debido
a la distancia temporal y progresión de la ciencia moderna; legó un cuadro re-
creavo a través del ‘mito de la caverna’, en el cual eran proyectadas imágenes
en las paredes a través del uso de la luz, similar a una especie de proyector. De
igual modo, una segunda lectura es presentada a parr de la salida de aquella
gruta, en la que los sujetos al encontrarse en un nuevo territorio hasta entonces
desconocido impactan con una nueva realidad simbólica y sensiva.
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En este sendo, surgen contenidos vinculantes a la imagen, representacio-
nes, proyecciones, escenarios y contextos que hacen alusión al conocimiento
y sus limitaciones, producto de las fragmentaciones del mundo. Por tanto, va-
riadas realidades objevas y subjevas son emplazadas entre micro espacios o
cavernas. Por analogía, el sépmo arte compone similares valores, debido a la
polisemia de historias y narravas develadas a través del lente y la luz como es-
pacios de interpretación simbólica.
Para Calva (2013:13) “Salir de la caverna y enfrentarse a la luz del sol y ver lo
que en realidad existe es conseguir el conocimiento”. Sin embargo, cabe la pre-
gunta de hasta qué punto el mundo se encuentra comparmentado por innida-
des de grutas. Por tanto, diríamos que salir de, o suscribirse a múlples cavernas,
equivale a expandir o limitar las esferas del conocimiento y la realidad. Siendo
así, tal mito, un lugar de múlples dimensiones.
De allí que, podemos establecer por analogía otros elementos como la esen-
cia visual, lumíni ca, parcelaria (ideológica), lo cual sirve como referente en varios
sendos. Por un lado, el de las limitaciones producto de las manipulaciones sígni-
cas contenidas en cada producción fílmica; por el otro, el de la expansión a favor
del conocimiento y sus posibilidades narravas, producto de las diversas miradas
(productores-directores-actores), similares a la recreada por la salida de la gruta
en el mito platónico.
2. MATICES DEL SÉPTIMO ARTE
El mito de la reproducción gráca del movimiento –que eso y no
otra cosa es el cine– nace, en la noche remota de los empos, en
el cerebro del hombre primivo. Esto no es una conjetura, sino
una constatación. Acérquese, quien lo dude, a las santanderinas
cuevas de Altamira y contemple en el techo de la Capilla Sixna
del arte cuaternario un bello ejemplar de jabalí polícromo, que
muestra la curiosísima parcularidad de tener ocho patas (…) en
esta captación fugaz de la imagen de los animales, cristalizada en
las paredes de la cueva, debió encontrar nuestro remoto antepa-
sado una imperfección: la realidad que le rodeaba no era estáca,
sino que se movía, cambiaba (…) Esto, ciertamente, no es cine,
pero sí es pintura con vocación cinematográca (Gubern, 2014:8).
La representación simbólica de la realidad, ha sido una constante en la cul-
tura humana, cristalizada bajo disntos modos codicables. Por tanto, la técnica
desnada hacia el perfeccionamiento de la representación, es dispuesta a través
de una gran variedad de espacios y contextos. Progresivamente, nuestro univer-
so eclécco y sígnico constuido en audiovisual, congura un sinn de composi-
ciones contendidas bajo imágenes, palabras, sonidos y colores, los cuales exte-
riorizan el mundo de las ideas desde disntos planos interpretavos, similares a
la captación del jabalí polícromo.
Para Gubern (2014) los vesgios del arte primivo son congurados a parr
de la sensibilidad del arsta por revelar y apresar graas como representaciones
del dinamismo entre los seres y las cosas en constante movimiento a su alrede-
dor, las cuales emergían como necesidad y formas de manifestación, germinados
desde su interior. Por ello, arte, expresión, conguración, se presentan como una
alegoría al ocio del arsta; además, aspectos inherentes a la necesidad de co-
municación, proyección y exteriorización para tamizar el mundo, componen los
modos en que es codicada la realidad.
Consecuentemente, Gubern (2014) señala otros vesgios en Ramsés el fa-
raón, como referencia de mil doscientos años antes de nuestra era, mediante la
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expresión de imágenes consecuvas fuera de un templo, las cuales podrían con-
templarse como fases sucesivas similares a una película, en caso de ir cabalgando
al galope para su visualización. Del mismo modo, reere la historia de Teseo me-
diada por cerámicas cretenses contenidas en escenas varias; entre otros ejem-
plos, describe la espiral de la columna trajana en Roma, la cual retrata disntas
proezas por parte del emperador; escenas de la vida de Cristo y el marrio de san
Mauricio del Greco, entre otras. En este sendo, tales elementos son considera-
dos antecedentes que vinculan a la imagen con nacimiento del cine.
Asimismo, la historia ocial del sépmo arte acuña en el imaginario colec-
vo el surgimiento del cinematógrafo, patentado el 13 de febrero de 1895 por
los hermanos Lumière, ese año proyectaron ante el público una grabación de
la salida de obreros de una fábrica francesa en Lyon. No obstante, un parcular
hecho constuyó la ocialización del cine, el asunto giró en torno a los primeros
que lograsen una serie de presentaciones públicas y pagas, los victoriosos de tal
conenda resultaron ser los hermanos Lumière:
Los inventores eligieron para la presentación del cinematógrafo la
semana de Navidad, durante la cual los bulevares parisinos sue-
len estar atestados de viandantes, que pasean contemplando los
escaparates de los comercios. Se estableció que el precio de la
entrada sería de un franco y que se celebraría una sesión cada
media hora (…) Los Lumière tuvieron la precaución de pegar en los
cristales del Grand Café un cartel anunciador, para que los tran-
seúntes desocupados pudieran leer lo que signicaba aquel inven-
to bauzado con el impronunciable nombre de Cinématographe
Lumière (Gubern, 2004:17-18).
El cine en sus inicios indagaba formas, substancias y eslos narravos para
expresar construcciones simbólicas en cuanto al contenido de sus historias. En
principio, este arte no fue como hoy día lo conocemos; puesto que su invento era
novedoso y desconocido, surgían teorías y corrientes basadas en diversos proce-
sos experimentales. Como fase inicial, práccas a modo ensayo y error sugieren
una variedad de incursiones; elementos como: teorías para generar guiones, uso
de luz, color, escenograa, sonido, literatura, entre otros aspectos técnicos, fue-
ron apareciendo en la medida que se adoptaban diversos enfoques.
Según Molina et al Piquer y Corna (2013:528) “La coloración a mano de
cada uno de los fotogramas de las películas sería la primera experiencia en la
aplicación del color en el medio cinematográco”. Ello inició una extensión que
incorporó a nivel simbólico un substancial aporte, debido a la conformación en-
tre psicología de los colores, cromáca y teoría del color. Dichos elementos, son
capaces de dotar a la imagen dimensiones conmovedoras mediante asociaciones
psicoemocionales, originadas por tal relación. Se formularon conceptos teóricos
y práccos tales como: el rojo con la sangre, peligro, atracción, valena, rigor,
placer y pasión; mientras que el blanco con bondad, pureza, inocencia, humil-
dad, candidez y paz y el negro con la muerte, misterio, vacío, soledad, violen-
cia y tristeza, por argüir algunos. Siendo éstos y otros elementos, analogías que
amalgaman un edicio sígnico inherente a la cultura cinematográca. De esta
manera, coneren herramientas técnicas, teóricas y psíquicas, capaces de pro-
ducir poderosos impactos y efectos sobre los futuros consumidores de medios
audiovisuales.
Por otro lado, las proyecciones iban desde la llegada de un tren a la estación
hasta grabaciones po caseras, en estas úlmas eran expuestos individuos reali-
zando acvidades desde su codianidad. Por ejemplo, un jardinero regando las
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plantas al mismo empo que jugaba con un chico, desencadenando una persecu-
ción con el propósito de mojarlo mediante disparo de manguera, constuyendo
así, las primeras producciones en tono de comedia. El hecho de ver reejadas a
personas comunes sobre la gran pantalla, generaba gran asombro y emociones
en el público, quienes observando aquello que acontecía en congregación mul-
tudinaria, eran parcipes del nuevo fenómeno de la cultura de masas.
Entre otras de las caracteríscas resaltantes del cine en sus inicios (1895-
1930) denota la ausencia de sonoridad y color. Por lo tanto, una de sus grandes
épocas alude al célebre cine mudo en blanco y negro. Paulanamente, diversas
manifestaciones arscas se fueron incorporando como parte del discurso narra-
vo. Entre las inuencias de otras expresiones del arte tenemos como ejemplo el
lms “Cantando bajo la lluvia (1951), Stanley Donen y Gene Kelly dieron paso a
una segunda etapa en el campo del cine musical.” (Radigales, 2008:70). Juntando
así, la complementación que da vida a una puesta en escena de corte musical.
Del mismo modo, El cantante de Jazz (1927) de Alan Crosland, con mucho más
anterioridad, ancipa el boom del género cinematográco musical.
Asimismo, brotan fusiones fílmicas provenientes de disntos campos del co-
nocimiento humano, desde lo literario hasta lo surrealista, psicológico, losóco,
cienco, popular, entre otros; lo cual, aporta mayor riqueza al discurso del len-
guaje audiovisual cinematográco. Por ende, la siguiente relación entre el cine y
las corrientes mencionadas, dan cuenta del creciente fenómeno.
En palabras de Marnez (1984) tomamos como ejemplo al gran cineasta Luis
Buñuel (1900-1983), quien nutrió su discurso cinematográco basado en obras
de grandes escritores como Bretón, Eluard y Aragón, quienes guran entre los
mejores del siglo XX. Del mismo modo, toma elementos de los pintores Magrie,
Miró, Max Ernst, Rene Clair y Jean Cocteau. Incluso, llegó a realizar un lms con
el pintor español Salvador Dalí, bajo el tulo: El Perro Andaluz (1928), y otros de
corte social y críco como Los Olvidados (1950), El Ángel Exterminador (1962),
El discreto encanto de la burguesía (1972), que representan tan solo algunas de
sus grandes obras.
Del mismo modo, García (2007) alude su estudio sobre uno de los grandes
maestros del sépmo arte Ingmar Bergman (1918-2007), considerado el úlmo
existencialista, término proveniente de la corriente losóca en Sartre y Kier-
kegaard, pero que también tendía a otras manifestaciones como el realismo
poéco francés de Carné y Duvivier, en obras de contenido psicológico como El
sépmo sello (1957), Personas (1966), Gritos y susurros (1972). Además, pone
de maniesto expresiones simbólicas, románcas y naturalistas. Su pasión por lo
románco, expresionismo y trágico, adquieren una dimensión estéca en térmi-
nos Nietzscheanos.
Otro de los grandes cineasta referido por Goyes (2019) es Tarkovski (1932-
1986), quien tomó de la poesía Rusa de Turgueniev, Lermontov y Ajmátova y la
poesía tradicional japonesa de Issa, ideas para la construcción audiovisual. Entre
los rasgos de su cine, poderosas fotograas y encuadres muestran una belleza
y crueldad expresada bajo la suleza de sus tratamientos, similares a una obra
de arte pictórica, a través de inuencias como la de Leonardo da Vinci. Sobre la
literatura, toma a Dovstoyevski, Hesse y Goethe; en lo sonoro, inuencias de
un Johann Sebasán Bach. Entre algunos de sus lms tenemos: Stálker (1979),
Nostalgia (1983), Sacricio (1986). En este sendo, una lista extensa forma parte
de los grandes maestros e inuencias de numerosas corrientes arscas, mani-
festadas en sus obras y que conuyen en el cine como parte de su riqueza.
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En otro orden de ideas, el lenguaje audiovisual y hecho lmico como acción
creava está constuido por disntos departamentos, sectorizados en: pre-pro-
ducción, producción y post-producción. Éstos, enen como propósito perfeccio-
nar y engranar la maquinaria del cómo será producida y reproducida una historia.
Parendo desde la yuxtaposición de imágenes, encuadres, cortes, vesmentas,
escenograas, manejos en las paletas de colores, actuaciones, luz, hasta la -
sica que los acompañarán, formando así un mejunje explosivo y embriagador.
Por ende, nada de lo que se reeja en la gran pantalla es casual o ingenuo,
hasta el más mínimo detalle posee una intencionalidad a criterio del director.
Por tanto, clasicar alguna obra como neutral sugiere un obstáculo, puesto que
la gran mayoría persigue un objevo, por banal o profundo que sea. La mani-
pulación visual es un elemento considerable, lo cual, generalmente responde
a intereses provenientes de las productoras, corporaciones, visiones arscas,
educavas, mercanlistas, entre otras. Todo ello, estará determinado incluso por
las leyes que impongan el mercado, markeng publicitario y monopolios cine-
matográcos. Y aquí es donde la distopía desempeña un papel primario en la
actualidad.
2.1 Distopía, cine y literatura: breves maces
El concepto clásico de distopía resalta elementos como el caos, totalitarismo,
sociedad indeseable, control sistemáco. Por tanto, uno de los rasgos fundamen-
tales consiste en hiperbolizar escenarios y contextos que luego parecen materia-
lizarse en la realidad social, económica, tecnológica y políca. Desde la literatura,
construcciones narravas en diversos eslos, formas lingüíscas y estécas, ge-
neran proyecciones sobre el porvenir social basado en elementos como la evolu-
ción de la técnica, creciente intolerancia, escasez, violencia, revoluciones, control
y recrudecimientos en disntos planos. Obras de corte futurista, increíblemente
pasmosas, profécas y desalentadoras erigen sus cimientos.
Un ejemplo relavamente reciente en ‘La parábola del sembrador de la
escritora Octavia Butler (2021), publicada en los años noventa, describe a una
sociedad dividida por grupos de poderosos, quienes controlan los culvos de
alimentos, la energía eléctrica y el agua. En segundo lugar, una clase media de-
pauperada y apertrechada con armas de fuego entre muros y vecindarios se pro-
tegen de la hoslidad global y, por úlmo, el de la gente sin hogar, prostutas,
mendigos y analfabetas, están desnados al robo y acvidades de cualquier po.
En este sendo, es presentado un mundo condicionado por el caos, anarquía y
relaciones de dominación, en las cuales los poderosos coexisten bajo la invaria-
bilidad histórica del control de unos grupos sobre otros.
Además, su proyección resalta otros aspectos como el elevado costo del agua
por encima de la gasolina, soborno policial y analfabesmo generalizado. Conse-
cuentemente, conictos armados, circulación de drogas sintécas, entre otros,
suman elementos del mundo futuro de Butler (2021). En la actualidad, la reali-
dad advierte que algunos de estos fenómenos comienzan a materializarse.
Las producciones distópicas, representan una gran parte de películas que son
difundidas a través de diversos medios de masas y ahora plataformas virtuales.
Según el portal Box Oce Mojo (2021) la trilogía de Matrix ha recaudado a nivel
mundial un total de US$1.632.989.142 con un presupuesto de US$363.000.000;
el lm Ready Player One, señalado por Box Oce Mojo (2018) arma que recau-
un total de US$582.890.172 con un presupuesto de 175.000.000. Asimismo,
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Álvarez (2020) arguye que la trilogía de los juegos del hambre de Gary Ross re-
caudó casi 3000 millones de dólares a nivel mundial. Nuevamente el portal Box
Oce Mojo (2019) esma que el lms Joker, realizado por Todd Phillips en el cita-
do año, recaudó un total de $1.074.251.311 con un presupuesto de $55.000.000.
Tales indicadores, dimensionan el impacto mediáco global derivado de la supre-
macía distópica hollywoodense.
Con respecto a producciones literarias relavamente recientes, tenemos
como ejemplo: V De Vendea (2000) de Alan Moore y David Lloyd, Divergente
(2011) de Harper Collins, Matadero Cinco (2020) de Kurt Vonnegut, entre otras.
Ahora bien, las incipientes referencias aportan luces con relación a la distopía
como instrumento valioso que motoriza el corazón de la maquinaria mediáca
actual en términos económicos e ideologizantes. Los elementos comunes que re-
únen diversas distopías, van desde mundos disímiles hasta seres extraterrestres y
la colonización de otros planetas. Constantemente, suele presentarse un mundo
al borde del colapso. Sin embargo, un elemento signicavo es que generalmen-
te tales pos de producciones legiman la restución del modelo económico
imperante, reivindicando así, el orden ‘natural’ de las cosas, visto desde el capita-
lismo. Un ejemplo de ello, es constuido en las trilogías anteriormente referidas.
En consecuencia, Servigne y Stevens (2020:93) dicen, “Desde los profetas mi-
lenaristas de antaño hasta los temores del invierno nuclear, todas las prediccio-
nes de colapso hasta la fecha han fracasado; cualquiera puede comprobarlo, no
ha habido un colapso global”. Por ello, la distopía podría encarnar una especie de
colapso más legimador y seductor que pragmáco, con la nalidad de mante-
ner la agitación neural en aras del control psíquico, simbólico y emocional, posi-
blemente. Por tal razón, un modo de coartada encubridora engendra los altos y
bajos vehementes capaces de traducir en capital la histeria y relavo silencio que
produce un mundo atravesado constantemente por el equilibrio y la convulsión.
2.2 La ra, rebelión, caos y decadencia como elementos tras-
gresores y legimadores del Statu Quo en la corriente de los dis-
tópicos
La sára, rebelión, caos y decadencia social, son algunos de los ingredientes
fundamentales en la corriente de la distopía, esenciales para la formulación de
su espectro audiovisual como adivos fulgurantes. Los azafranes de un lms pro-
veniente de dicho enfoque, van desde la incitación al cambio, agitación, lucha,
hasta revelaciones mesiánicas emergidas bajo guras carismácas dispuestas a
conquistar ideales diversos. La progresiva convulsión, presencia de tecnologías,
técnicas y métodos coactivos, forman parte de sus fundaciones. Por tanto, la
hoslidad planetaria y relaciones de poder controladas por élites, arman su
condición de sociedad indeseable.
La legimación del Statu Quo o gatopardismo cambiar todo para que nada
cambie’, son práccamente una oda de conrmación al sistema económico do-
minante, en el cual, se despliega un conjunto de proyecciones libertarias prefa-
bricadas que persiguen como principal meta la instauración de un mundo con-
trolado por los más fuertes. Una manera más clara de cara a tal conrmación, es
congurada de manera mucho más explicita en diversas trilogías bajo la formu-
lación: gestación, sublevación y retorno’. Matrix, representa la restauración de
un sistema desnado a retornar al origen en términos del modelo económico y
políco capitalista.
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Por tanto, en la primera entrega surge la gestación, parendo de elementos
nacidos de alguna inconformidad, injuscia social o revelación, originando así
el inicio de la travesía. Lo cual, abonará las ideas primarias para promover la
organización y tránsito hacia caminos de una futura revolución social con nes
de juscia y reivindicación a favor de los más oprimidos. El surgimiento de tales
hechos, en la gran mayoría es encarnado por personajes mesiánicos, producto
de la marginación sistemáca y pobreza que el mismo modelo ha originado.
Para la segunda entrega, la sublevación desencadena el corpus, tensión, lucha,
insgación al cambio, dualismo y sensación que conjuga la dinámica de revelación.
Buenos y malos, situaciones o escenarios son revelados, para ello se emplean es-
trategias con la nalidad de idencar claramente la división entre grupos. Dicho
de otro modo, son delineados las guras amigas, enemigas, cómplices y traidoras
como parte de un reciclaje de las grandes historias llevadas a la gran pantalla.
Servido el ascenso al clímax y posterior descenso, se produce la tercera fase
de restución y retorno al origen. Finalmente, para desgracia de la mayoría de
revoltosos, saricos y mesiánicos redentores fracasan en la lucha contra el siste-
ma, producto de las traiciones, desilusiones, divisionismos y omnipresente poder
coercivo. Compareciendo así ante un eterno reciclaje, gatopardismo o jusca-
ción sistémica. Cumpliendo una especie de patrón connuo: cimentación-bases,
desarrollo-tensión y clímax-descenso. Por lo tanto, el restablecimiento de las fuer-
zas que antes colisionaron ensalzadas por sueños de libertad y gloria, regresan
al principio del orden mundial establecido. Legimando al statu quo, como único
modelo capaz de generar un equilibrio desde la desigualdad y poderío organizado.
Es así como las mayoritarias superproducciones son adaptadas dentro de
la corriente distópica. Elementos necesarios como la aparente sára, rebelión,
caos, decadencia social y críca al sistema, encubren un papel contemplavo y
conrmatorio, fundamental para crear las condiciones que edican las distopías
en el cine. No obstante, la racación de la negavidad, terror, coerción, tecno-
logías y poder, constuyen los principales disposivos presentes en la civilización
moderna, prevaleciendo así el despliegue de sociedad convulsa antes que coo-
perava, posiva y equilibrada.
3. REFLEXIONES FINALES: DISTOPÍA COMO ARTE DEL COMPLOT Y
SIMULACIÓN
Para Baudrillard (2009:12) “Si miramos de cerca, vemos que en la época mo-
derna el mundo real comienza con la decisión de transformarlo, a través de la
ciencia, el conocimiento analíco del mundo y la puesta en obra tecnológica”. En
esencia, analógicamente las mismas caracteríscas son reproducidas en los rela-
tos distópicos originarios. Es decir, en ellos, la ciencia, ingeniería social, técnica
y progreso tecnológico, fundan los instrumentos y herramientas para denir a
una sociedad dividida por el poder y gracias a tal evolución; pudiendo ser consi-
derada la distopía como hija predilecta del progresismo técnico. En este sendo,
diversos grupos monopolizan el control en varios frentes, engendrando así una
constante arcialidad de agitación mediada por la crisis sistémica:
Se trata de desaparición, y no de agotamiento, exnción o exter-
minio. El agotamiento de los recursos y la exnción de las especies
son procesos sicos o fenómenos naturales. Y allí radica toda la di-
ferencia: es muy probable que la especie humana sea la única que
haya inventado un modo especíco de desaparición, que no ene
nada que ver con la ley de la naturaleza (Baudrillard, 2009:11).
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La desaparición vista desde la distopía, es el resultado de una larga tradición
que gira en torno al belicismo, pacto, destrucción y restución (nuevo orden)
de periodos signados por los cambios sociales, derivados por la implantación de
renovados modelos polícos-económicos. Por ello, la ley impuesta por el poder
y la fuerza desde algunos sectores humanos, es recreada a parr de diversos
mecanismos que agitan, esmulan y abonan los escenarios hasta llevar a cabo
la implantación de una nueva realidad, relava a las múlples cavernas. Es decir,
la desaparición de una gruta por otra, en la que el arte y en este caso la distopía
condicionan a la humanidad entre la desaparición y resignicación de lo ‘real’.
Si la distopía nace y consolida como sociedad negava, es gracias a la concep-
tualización de un po de ‘realidad’ cifrada, analizada, construida. En palabras de
Baudrillard (2009:12-13) analizar, signica exactamente disolver, en tanto que,
representar los objetos, designarlos, conceptualizarlos, hace que existan y a su
vez les precipita a una especie de pérdida. Entonces, no es descabellado armar
que la historia de la humanidad ha erigido su presente y posible futuro mucho
más cercano a la dinámica distópica como sociedad, constantemente atravesada
por la conmoción y restauración, equivalente al actual presente signado por la
pandemia Covid-19 y el proyectado nuevo orden mundial. Dicho de otro modo,
en palabras de Naomi Klein (2012) como ‘Doctrina del shock’. Es decir, desple-
gar el caos para luego implantar una nueva arquitectura de carácter social. Por
extensión:
El cine actual ya no conoce ni la alusión ni la ilusión: lo conecta
todo de un modo hipertécnico, hiperecaz, hipervisible (…) Todo
parece programado para la desilusión del espectador, a quien
no se le deja más constatación que la de ese exceso de cine que
pone n a toda ilusión cinematográca (…) La ilusión se marchó
en proporción a esa tecnicidad, a esa eciencia cinematográca
(Baudrillard, 2006:13-14).
El exceso, es una cualidad llevada a la exacerbación y producida en las gran-
des obras cinematográcas pertenecientes al género distópico. Generalmen-
te, se presenta un mundo emplazado por un dualismo perenne, cómplice y
necesario. No existe ilusión fuera de tales axiomas, la sociedad es un lugar de
luchas y desigualdades, control y terrorismo, tensiones y equilibrio, orden y des-
orden bajo una especie de rueda giratoria; triunfa la parafernalia como emporio
de una sociedad que ha transgurado la metasica hacia la volición ‘hipertécni-
ca’ en términos baudrillardianos. En otras palabras, desaparece el miscismo y
triunfa la arcialidad. La sobresaturación de efectos especiales es un destello de
luces enceguecedoras y efusivas, capaces de originar un encausamiento acríco
y meramente difusivo.
En este sendo, prevalece un tecnicismo metódico que amalgama imágenes
prefabricadas para luego ser desplegadas en la psique humana y social, reformula-
das bajos disntos modos y composiciones, pero en esencia bajo los mismos códi-
gos. Culminando hacia una especie de resignación como dopamina o mecanismo
de disuasión, capaz de incendiar y neutralizar sagazmente a una civilización im-
buida por el poder de las imágenes. Siendo así, la ilusión del ‘arte cinematográco
distópico’, un ritual de sacricio y redención. El cual, nos presenta de manera táci-
ta lo existente, el porvenir y lo que desaparecerá en forma cruenta y estruendosa.
Para Baudrillard (2006:14) “No hay elipsis, no hay silencio (…) el cine se con-
funde de una manera creciente a medida que sus imágenes pierden especici-
dad; vamos cada vez más hacia la alta denición (…) la perfección inúl de la ima-
gen”. La pérdida de especicad y constante ccionalidad, empuja a emplazar la
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existencia en el orden que es revelada la ‘realidad’, cada vez más denida por una
imagen que se distancia de la míca. Por tanto, es instaurada una transguración
de grandes proporciones, donde la distopía pareciera recrear la radiograa hacia
la que se dirige la humanidad. Es decir, la simulación del mundo hecha primero
imagen y luego materializada por el uso de tecnologías, poder organizado y cre-
ciente virtualidad. En otras palabras:
No se trata ya ni de mapa ni de territorio. Ha cambiado algo más:
se esfumó la diferencia soberana entre uno y otro que producía
el encanto de la abstracción. Es la diferencia la que produce si-
multáneamente la poesía del mapa y el embrujo del territorio, la
magia del concepto y el hechizo de lo real (…) La metasica entera
desaparece. No más espejo del ser y de las apariencias, de lo real
y de su concepto (Baudrillard, 1978:6-7).
El reino de la digitalización de la vida y ‘cción cinematográca’, es canalizado
a través de modelos que denen una existencia contenida en la miniaturización
arcial que ha suplantado a la realidad. Por tanto, la distopía ‘evoluciona’ cons-
tantemente, la simulación se presenta como la metamorfosis de lo humano por
la robóca y la cibernéca; el holograma por lo real; el curandero por la medicina
moderna y actualmente por la inteligencia arcial. Se construye toda una narra-
va progresista de una ilimitada búsqueda orientada hacia la perfección técnica y
manipulación constante. En consecuencia, la distopía es la simulación en proceso
de conguración perenne:
Disneylandia es un modelo perfecto de todos los órdenes de si-
mulacros entremezclados. En principio es un juego de ilusiones y
de fantasmas: los Piratas, la Frontera, el Mundo Futuro, etcétera.
Suele creerse que este mundo imaginario es la causa del éxito de
Disneylandia, pero lo que atrae a las multudes es, sin duda y so-
bre todo, el microcosmos social, el goce religioso, en miniatura, de
la América real, la perfecta escenicación de los propios placeres
y contrariedades (Baudrillard, 1978:25).
Placeres y contrariedades, por analogía constuyen un símil con la distopía, to-
mando así la delantera con respecto a su ‘contra parte’ la utopía, en algunos aspec-
tos. Así, referimos a un paso más que redobla la brecha entre dominantes y domina-
dos. El simulacro, bien podría representar el equilibrio-desequilibrio hacia el que la
humanidad y los centros poderes organizados han originado en el actual presente.
En palabras de Lipovetsky (1990) la historia de la humanidad en su mayor
parte ha funcionado desconociendo la frivolidad en la que el mundo agita sus
relaciones, por ello, formaciones sociales de milenios clasicadas como salvajes,
han combado, convivido e ignorado implacablemente cambios, ebres y exce-
sos de fantasías individuales. Por lo tanto, la lucha es una condición casi natural
de las sociedades y sus empos históricos. Tanto dualismo como divisiones, hipe-
rrealidad, simulación, complot, orden y desequilibrio, fungen como mediaciones
que el sistema ha venido perfeccionando en aras de un mayor control social, en
el cual los medios y el arte’ constuyen un factor importante para llevar a cabo
formas de desaparición que la técnica y tecnologías van suplantando.
Contrariamente, en palabras de Sartori (2016:10) “La parda no está perdida
si somos capaces de contraponer al apeto siempre creciente de la democracia
distribuva, y a la retórica cada vez más hinchada que lo acompaña, la democra-
cia protecva del habeas corpus”. Siempre que exista posibilidades de libertad,
organización, distribución de riquezas y poder, formas de resistencia emergerán
como garanas de una lucha que ha sido librada durante la historia humana de
manera constante.
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