ISSN 2660-9037
BITÁCORAS DE CONGO. VOCES Y PROSA DEL AGUA, DE ALEXIS FERNÁNDEZ
Jesús Ángel Semprún Parra
El libro que comentamos constuye la
reunión de 10 poemas y 5 textos en pro-
sa, escritos y publicados desde 2009 hasta
2021, año este úlmo de su edición bajo
el tulo de Bitácoras de Congo, el cual fue
ilustrado con dibujos y pinturas de Ender
Cepeda, Premio Nacional de Artes Plás-
cas (2003) y fotograa de Pancho Villasmil.
Con nota de contraportada de Orlando
Escalona. Hermosamente editado y con
un total de 130 páginas. La publicación de
la obra fue auspiciada por la Gobernación
del estado Zulia y la Alcaldía del munici-
pio Colón, de la misma endad federal.
La bitácora es el libro mismo y su au-
tor el capitán. De modo que se trata de
un viaje imaginario y poéco hacia los
connes del Sur del Lago de Maracaibo,
donde palpamos de nuevo el universo li-
terario de Alexis Fernández, tan familiar
para nosotros sus asiduos lectores, el cual
viene de un mundo acuáco, entretejido
de memorias, donde se convierte en un navegante experto de la historia de su
pueblo.
Los 10 poemas tulados: El Estero, El Escalante, Birimbay, Concha, Relámpa-
go Sur, Piraguas, Ologá, Noche de Ologá, Navegantes y Trópicos, son el periplo
narrado en piraguas de la imaginación, un recorrido de ensoñación poéca, ha-
cia lugares de la infancia y la adultez del autor, de comarcas del sur que inclusive
han desaparecido pero que perviven en la memoria de sus habitantes como El
Estero y Garcitas. No podía faltar la presencia imponente del río Escalante, ser-
piente míca con toda la fuerza de la Naturaleza que da vida a sus hijos o Birim-
bay otro caudaloso río en iguales proporciones. El Puerto Concha receptáculo
de todo recuerdo, de ausencias y retornos. Ese Relámpago del Sur, traducido al
inglés por Ángel Viloria, ese perenne y silente resplandor sobre la hierba, sobre
las aguas, sobre nuestras vidas, tesgo de nuestra historia y de nuestros mitos. El
mejor poema que hemos leído sobre el Relámpago del Catatumbo, majestuoso
fenómeno meteorológico, serpiente de agua y fuego.
* Coedición de la Gobernación del Estado Zulia y Alcaldía de Colón, 2021. Ubicación: Casa de la
Capitulación, Maracaibo Venezuela. Frete a la Plaza Bolívar de Maracaibo, al lado de la Gobernación.
* Miembro de número de la Academia de Historia del estado Zulia. Correo electrónico: sempronio61@
gmail.com ORCID: hps://orcid.org/0000-0002-8500-4961
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En los poemas gravita toda esa vida codiana y de recuerdos, la historia de un
pueblo y una sabiduría ancestral y reciente, rodeados de una naturaleza ubérri-
ma, inagotable en agua y vegetal, todavía con fauna silvestre y símbolos mícos,
que conforman toda una idendad colecva y de muy ínma liación del autor.
Bitácora de Congo es un registro de la memoria poéca de la infancia y del
arraigo a su lar en constante remembranza.
Así mismo, 5 textos en prosa tulados Congo Mirador y/o el Bosque de Agua,
Fiesta y Desolación en Gibraltar, La Piragua no es de cristal. Ernesna es de madera,
El Piragüero Mayor y Batallas en el Coquibacoa. En el primero de ellos se sucede
un diálogo entre un anciano pescador y un niño, son hombres de agua como sus
ancestros originarios, los añú. Se rearma al Lago de Maracaibo como escenario
único donde conuyen no solo todos los ríos sino todos los hechos de la historia
nacional y las vivencias populares, así como espejo del Catatumbo. La pláca co-
mienza desde los predios mismos del pueblo de agua, El Congo Mirador, pregun-
tando siempre sobre sus orígenes y los cuentos de tesoros escondidos en baúles.
La conversación entre el abuelo y el niño connúa en el siguiente texto, el niño
consciente o no, solo quería abrevar las fuentes del viejo memorioso, preguntaba
queriendo saberlo todo, de Gibraltar y todos los pueblos circunvecinos, sobre la
acvidad comercial de esos pueblos del sur y las ferias bianuales que permian
el intercambio de las más variadas mercaderías. Lo que llegaba de Europa y otros
puertos de América, disntas delicadeces y prendas que causaban fascinación.
El abuelo también hablaba de que nunca hubo descubrimiento de América,
que se trade una invasión para llevarse nuestras riquezas y aniquilar a nuestros
habitantes originarios. Y así connuó hablando de saqueadores pero de otros
que vinieron inmediatamente después: los piratas, llamados también bucane-
ros, libusteros y corsarios. Actuaron durante casi dos siglos en el Caribe, como
instrumentos irregulares de la expansión mercanl y territorial de Inglaterra,
Francia y Holanda. Estos comerciantes irregulares azotaron la región del Lago de
Maracaibo en busca de la riqueza de sus dos puertos: Maracaibo y Gibraltar, lo
cual originó la construcción de fortalezas a la entrada del Lago, para proteger las
poblaciones. Llegaron para sembrar el pillaje, el incendio, el horror y la desola-
ción. El autor se rerió a través de su personaje imaginario, entre otros feroces
atacantes, a Juan Daniel Nau, conocido como El Olonés, quien en 1665 acompa-
ñado por Miguel El Vascongado repió el ataque a Maracaibo y Gibraltar, siendo
catalogado por Bancrof como el más sanguinario de todos, casi no humano, que
bebía la sangre de los cauvos, mascaba sus vísceras y gozaba con la tortura de
sus prisioneros; quizás por ello, murió descuarzado y asado por los indios del
Darién. Así como otro célebre pirata como Henry Morgan, quien acompañado
de Pedro Picardo, en 1669, prendió fuego al Casllo de San Carlos, torturó a los
habitantes de Maracaibo y de Gibraltar y logró engañar al capitán general, para
salir al golfo, después de sus tropelías.
Alexis Fernández después de relatar estos episodios de piratas que esmu-
larían la imaginación y el espíritu aventurero de cualquier lector joven, nos in-
troduce de inmediato en crónicas que evocan los ocios de constructores de
sueños y piraguas, en las erras del tabaco y el cacao, o de aquel otro personaje
que ve una línea difusa a lo lejos en el horizonte lacustre, línea que une cielo y
lago y que parece un portal que los llevan a la ciudad-puerto, haciendo del sur
y esta, dos mundos diferentes. Culminando estos relatos recordando a un poeta
singular (Hesnor Rivera) que cantó a una gran masa de agua, a la ciudad remota
y cercana, que da nombre al Lago.
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Hasta aquí ya cabe comentar que en este libro, ha habido o se ha producido
un acercamiento convergente de dos lenguajes arscos: el discurso poéco y
pictórico (artes visuales) para describir un mismo objeto. Comentario que resulta
nada extraño porque se ha defendido esta analogía entre poesía y pintura desde
Aristóteles…. Haciendo la salvedad que el poeta ene posibilidades ilimitadas
para la creación gozando de libertad plena, de expresar ideas inmateriales. Sin
embargo, los dibujos que ilustran el libro merecen un análisis aparte, porque
todo arte debe ser considerado al n al cabo un proceso signicavo, expresivo
y comunicavo y, en consecuencia, la descripción, interpretación y valoración de
cada manifestación arsca, ha de ser elaborada a parr de criterios y de méto-
dos de la semiología. En deniva todo arte es un fenómeno social, es un hecho
cultural y valga la tautología, es una manifestación estéca.
Finalmente, comentaremos el texto que cierra el libro y el más importante
de los escritos en prosa, por tratarse un hecho histórico trascendente en la his-
toria de Venezuela, que ameritó una invesgación detenida y de lectura de los
documentos y la bibliograa que se tenía a la mano, para comenzar a narrar de
manera objeva y con eslo literario, un acontecimiento histórico que ha sido
polémico y no invesgado y analizado lo suciente, como es la Batalla Naval del
Lago de Maracaibo. Considerada la úlma y más importante campaña naval de
la independencia de Venezuela, librada el 24 de julio de 1823, entre la escuadra
republicana comandada por el general José Prudencio Padilla y la realista man-
dada por el capitán de navío Ángel Laborde y Navarro, después de la Campaña de
Maracaibo, dirigida por el general Manuel Manrique y todo ello, fue coordinado
por el general Mariano Monlla, jefe de la Zona Militar de Cartagena.
En dos horas de recio combate se decidió la victoria de la batalla naval, todo
muy bien narrado con rigor histórico, hasta la rma de la Capitulación el 3 de
agosto de ese año, con la cual se terminó de sellar la Independencia de Venezue-
la. El autor aquí se permió incluir el texto completo del tratado de Capitulación,
donde pudimos objevar el hondo sendo humanista de su contenido.
Cabe señalar que el autor, no se centró solo a narrar y describir el combate,
sino también a referirse a una serie de acontecimientos que ocurrieron antes de
la batalla naval y que la llevaron a esta. Es decir, conendas y hechos que se ga-
naron y perdieron, como Salina Rica, Juana de Ávila, los insurrectos de la Escuela
de Cristo, la declaración de independencia de la provincia de Maracaibo, aun
los remotos movimientos revolucionarios de los indígenas, la úlma resistencia
con Nigale, las conspiraciones precursoras de Pirela y otros. Pudiendo observar
que la independencia en el occidente como en todo el país fue producto de un
proceso y una cadena de acontecimientos fundamentales y de trascendencia.
La Batalla Naval del Lago de Maracaibo, fue la mayor y más gloriosa acción
naval de nuestra epopeya, donde se inmortalizaron los próceres: Renato Belu-
che, Nicolás Joly, Gualterio D’Chiy, Cenobio y Pedro Lucas Urribarrí, Felipe Bap-
sta, Anselmo Belloso, entre otros, además de los ya nombrados que comanda-
ron la gesta deniva.
El libro Bitácoras de Congo, de Alexis Fernández, es un libro singular y su texto
sobre la Batalla Naval, la mejor narrada. Ojalá se proponga escribir un libro ex-
clusivamente sobre ese acontecimiento histórico decisivo. Saludamos pues esta
nueva publicación de Alexis Fernández, que estamos seguros será bien recibida
por la críca.