CLÍO:
Revista de ciencias humanas y pensamiento crítico.
Año 2, Núm 4. Julio / Diciembre (2022)
Denis Aillen Suárez Prieto
Honor y transgresión en el estamento militar en Mérida 2000-2005... PP: 129-148
ISSN 2660-9037
132
en ambos conuyen: “el linaje, para la reputación y distinción, diferenciándose entre
el honor masculino (valentía) y el femenino, especialmente sexual”9.
Asimismo, es pertinente acotar que el honor se adquiere, se gana es un atributo
inherente a la persona. El honor es concebido como la dignidad en casa y la honra
en la calle, o puertas afuera, la honra se recibe, se obtiene y conere como parte del
crédito o fama que una persona tiene en la sociedad donde se desenvuelve denida
como su dignidad, como acertadamente lo expresara el emperador romano Julio
César quien acertadamente dijo: “La mujer del César no solo tiene que ser honesta,
sino que debe parecerlo”.10 Por lo tanto, no basta con ser honesto es necesario de-
mostrarlo, por lo cual este es un valor fundamental para el ser humano, puesto que
se constituye en la esencia de la persona, debido a que es la aprobación generaliza-
da de su actuación, por lo cual el honor es fundamental para el buen vivir o para la
convivencia en sociedad. Ese doble alcance del honor es detallado por Covarrubias
quien en1611 precisó que: el “honor vale lo mismo que honra”,11 es decir considera
que la honra es: “la reverencia, cortesía, que se hace a la virtud, a la potestad; algunas
veces se hace al dinero”.12 En ese mismo sentido, Van Beysterveldt explica que:
El honor puede considerarse como una posesión inalienable, de lo más profundo del ser. El
honor es equivalente a la honra siendo la honra una adquisición puesto que se tiene sí se
es virtuoso, pero también ante el menor desvió se corre el riesgo de perderlo puesto que
depende de terceras personas que se erigen como jueces
13
.
En este punto, es necesario reiterar que el honor es susceptible a ser perdido con
terribles consecuencias para quien cae en la deshonra, como lo señala el lósofo Publio
Siro al armar: “quien pierde el honor, ya no puede perder más”14. Tan drástica sentencia
es equivalente a no ser nadie y a correr el riesgo de ser perpetuamente señalado por
9 Ramirez Luis, (coord.),
Honor, sexualidad y transgresión en Mérida Siglos XVIII-XIX.
Cabimas (Venezuela): Fondo Edito-
rial UNERMB, Colección Rafael María Baralt, 2016. p. 202.
10 Barreira, David. “El origen del dicho ‘la mujer del César no solo debe serlo...’: la venganza de Julio Cesar contra su
esposa”,
El Español,
9 junio, 2020. Disponible en: hps://www.elespanol.com/mujer/mujeres-historia/20200609/
origen-dicho-cesar-no-venganza-julio-esposa/496201374_0.html (Consultado: 04.04.2022)
11 Existe consenso entre los diversos autores: Ramirez Méndez, Luis (Coord.).
Honor, sexualidad y transgresión en Mérida
Siglos XVIII-XIX…
y Twinam, Ann.
Vidas públicas, secretos privados. Género, honor, sexualidad e ilegimidad en Hispanoamé-
rica Colonial.
Büschges Chrisan, “Honor y estracación social en el distrito de la Audiencia de Quito...”. p. 66.
12 Gascón Uceda, María Isabel. “Honor masculino, honor femenino, honor familiar”,
Pedralbes,
28, 2008, pp. 635-
648. Disponible en: le:///C:/Users/DENNIS/Downloads/Dialnet-HonorMasculinoHonorFemeninoHonorFami-
liar-5746235%20(1).pdf (Consultado : 03.04.2022)
13 Ramírez Plazas Jaime, “Honra y reputación”,
Revista Jurídica Piélagus.
Universidad Surcolombiana, Vol. 2 2003. pp.
69-78. Disponible en: hps://journalusco.edu.co/index.php/pielagus/arcle/view/545 (Consultado: 04.04.2022)
14 Medrano Antonio, “El honor en la cultura tradicional”, s.l, s.f. Disponible en: hp://www.antoniomedrano.net/doc/
Medrano%20Antonio%20%20El%20honor%20en%20la%20cultura%20tradicional.pdf (Consultado: 04.04.2022)