CLÍO:
Revista de ciencias humanas y pensamiento crítico.
Año 2, Núm 4. Julio / Diciembre (2022)
Lucrecia Morales García
Reseña del libro:La medicina en el Zulia: 160 años de historia pionera (1854-2014) PP: 207-209
ISSN 2660-9037
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Asimismo, el Dr. Sánchez Meléan repasa la brillante trayectoria del nuevo nume-
rario, reseñando su título de médico cirujano egresado de nuestra querida y honora-
ble Universidad del Zulia, para luego referirse a su posgrado en historia; a sus estu-
dios superiores en sexología; a sus andanzas en la masonería; a su “performance” en
la música tradicional de nuestra región como compositor e intérprete; a su hermosa
pluma como poeta y a su desempeño como investigador y docente de esa misma
alma mater; esto, sin dejar de mencionar su producción intelectual.
A continuación, en el cuerpo de esta obra de tanta importancia para la región, el
Dr. Ochoa Barrientos exalta el placer que para él representa pertenecer a tan distin-
guida y prestigiosa institución, expresando, de igual forma, las virtudes del Dr. Balza
Santaella como “…pedagogo, lólogo y escritor…”, para posteriormente adentrarse
en los connes de la medicina zuliana, en su larga travesía desde 1854 hasta 2014.
Desde este punto de vista, en la primera parte profundiza sobre la génesis y evo-
lución de los estudios de medicina en el Zulia, que comienzan en 1833 con el Colegio
Seminario bajo el liderazgo del Dr. Francisco Valbuena, pasando por la creación del
Colegio Nacional de Maracaibo que se instala el 19 de abril de 1839, hasta llegar a
la formalización de estudios superiores en Maracaibo, el 1° de septiembre de 1854.
Seguidamente, narra los avances logrados en años posteriores hasta la creación, el
11 de septiembre de 1891, de la Universidad del Zulia, la cual, a pesar de haber sido
cerrada durante el gobierno de Cipriano Castro, logra su reapertura y la creación de
la Facultad de Medicina en 1946, iniciando actividades académicas en 1948.
Una vez abordado el tema del origen de la medicina en el Zulia, el Dr. Ochoa Ba-
rrientos tiene a bien tributar un merecido homenaje a quien es considerado como
el padre de los estudios médicos en la región, el Dr. Joaquín Esteva Parra; cubano
de nacimiento, pero de madre maracaibera; naturalizado venezolano a sus 23 años
de edad; mismo tiempo cuando se gradúa de médico en la Universidad Central de
Venezuela, donde recibe cátedra de los doctores José María Vagas y Eliseo Acosta.
Posteriormente, en la tierra de su madre, dirige el Colegio Nacional de Maracaibo,
en 1854, que, como se apuntara previamente, signica la génesis de la medicina en
el estado. En el mismo orden de ideas, el Dr. Ochoa Barrientos destaca los logros
del Dr. Esteva Parra en el campo médico: se hace especialista en varios campos de
esta disciplina; introduce nuevas técnicas e instrumental importado desde Europa,
lo mismo que nuevos procedimientos, y hasta ejecuta la primera operación de cata-
ratas en la ciudad, falleciendo en su hogar de Los Haticos, a principios del siglo XX.
A partir de este momento, describe los distintos reconocimientos con los que ha