CLÍO:
Revista de ciencias humanas y pensamiento crítico.
Año 3, Núm 5. Enero / Junio (2023)
Víctor Hugo Márquez G.
Historia de la gaita zuliana: Resumen y preguntas críticas... PP: 367-370
ISSN 2660-9037
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cho, tambora, tambor alegre, tambor llamador y maraca. Además, combina
la ejecución de melodías bailables cumbia, porro, mapalé, etc., con cantos
típicos de la zona (Cartagena, Sincelejo, Ovejas, San Jacinto, Fonseca, Barran-
quilla, Santa Marta, Morroa, etc). En el Zulia, se formaron 5 tipos de gaita: la
de Tambora (siglo XVII también), llevaba auta de “Orumo”, cambiada hace
200 años por clarinete, tambora de doble cuero, tamborito y maracón. Gaita
a Santa Lucía, fusión de la gaita de tambora, (que llevaron los esclavos de
cabotaje, cuando a principios del siglo XVIII, fueron trasladados de Gibraltar
a Maracaibo), con otros cantos de la zambombería criolla cercana al puerto.
La zambomba es el mismo furro o mandullo, que se incorpora a la segunda
gaita o Santa Lucía, y cien años después, a la de Furro o maracaibera. En esa
zambombería criolla variaban los instrumentos, pero ya en la gaita a Santa
Lucía, el componente principal es el canto a la santa, haya o no haya aerófo-
no. A mitad del siglo XVIII, fundada La Villa del Rosario de Perijá, aparece la
Parranda de San Benito o Gaita Perijanera. Aquí el elemento principal, pasa
a ser la danza, porque de diez sones que va acumulando, cinco son cantados
y cinco instrumentales, pero todos se bailan en derredor del altar del santo.
Con los aires de la Independencia, comenzando el siglo XIX (centuria que co-
mienza en 1.800), los villancicos de navidad salen a la calle a visitar pesebres
familiares, y se van emparrandando en las casas y cantándose, además de
los temas navideños, temas profanos, con lo que nace la Gaita de Furro o
maracaibera.
Tampoco requiere aerófono. Su elemento principal es el canto colectivo
de estribillos y “versos” o estrofas de solistas alternados. La última clase de
gaita en aparecer en el Zulia (antigua provincia de Venezuela, luego, de Ma-
racaibo, y de 1868 en adelante, Estado Zulia), es la “Tamborera”, la cual, como
las de Santa Lucía y la Perijanera, es también hija de la gaita de tambora,
pero con diferente formato, aire y tempo. Aparece desde 1920, aproximada-
mente, cuando los obreros del sur del Lago (intérpretes de chimbánguele y
gaita de tambora), se trasladan a trabajar en la incipiente industria petrolera.
En Margarita, se formó la gaita margariteña, solos de décima y estribillos
coreados (“Dicen que hubo, no hubo nada…”). Se estima su aparición a prin-
cipios del siglo XVIII, después del polo, el galerón, la jota, la malagueña y el
punto del navegante, géneros de canto margariteños.
Antes de que se investigara y escribieran los recientes libros historiográ-
cos, la mayoría de la gente creía que la gaita zuliana era un conjunto unifor-