REVISTA CLÍO, VOL. 1, NÚM. 1, Enero-Junio 2021
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Iván José SALAZAR ZAÍD
Génesis de los movimientos obreros y sindicalismo petrolero. 69-79
• Los peones se quejaban de que mientras los productos de los dueños de ha-
ciendas (ganado en pie, queso, mantequilla, etc.) subían de precios y obtenían
grandes ganancias, a ellos les seguían pagando el mismo sueldo (A.H.Z., ídem).
Cabe destacar, que por inuencia de las compañías petroleras, amparadas
por la Ley de Expropiación por Causa de Ulidad Pública, y con el apoyo de los je-
fes civiles, a los campesinos que sembraban libremente en terrenos baldíos, con
el propósito de obtener el sustento diario, se les perseguía y encarcelaba. Esta
situación los obligó también a abandonar sus práccas agrícolas de subsistencia
y buscar empleo en las empresas petroleras (A.H.Z., 1926:t.I, leg.11).
La decisión tomada por los campesinos de emigrar hacia los campos petro-
leros no implicaba que las condiciones de trabajo y de vida en las compañías
petroleras eran mejores. Pero lo que si era obvio, es que la Venezuela agraria de
aquellos empos era explotadora, represiva e inhumana, y no ofrecía a la mayor
parte de los ciudadanos otra alternava que no fuera la del llamado del oro ne-
gro. Es por esto, y por razones de orden económico, que se vieron como empu-
jados hacia el camino que les ofrecía la industria petrolera como una posible so-
lución a sus problemas, con la esperanza de poder trabajar como obreros libres
asalariados. Sin embargo, se puede decir, que aunque las condiciones laborales
y de subsistencia en las haciendas eran duras, no era menos cierto que las de los
campos petroleros eran muy parecidas. La única pequeña diferencia radicaba
en que en las haciendas, mientras que los salarios eran de 2 a 3 bolívares, en la
industria petrolera eran de 4 a 5 bolívares diarios.
PRIMEROS MOVIMIENTOS OBREROS PETROLEROS EN EL
ESTADO ZULIA
En la etapa comprendida entre los años 1921 a 1925, la explotación del pe-
tróleo se intensicaba en el Zulia. A los campamentos petroleros auían cada
día más un gran número de obreros de todas clases y de muchos lugares, lo que
generaba ciertas condiciones o situaciones excepcionales en la comunidad. Esto
se debía más que todo a las variantes existentes en las culturas, costumbres, y
manera de actuar de cada uno de los grupos de venezolanos que procedían de
diferentes regiones del país. Por eso, los trabajadores, desde un principio, se
empezaron a denir a ellos mismos como regionalistas de acuerdo a su lugar de
procedencia: margariteños, andinos, larenses, zulianos, etc.
El marcado regionalismo existente no les permia a los obreros unirse en
contra de los atropellos que comea la industria petroleras, más bien mante-
nían entre ellos mismos diferencias de po costumbristas en sus relaciones la-
borales que se proyectaban y provocaban fricciones en la vida codiana de esos
grupos que inicialmente ellos conformaron. La supuesta conciencia regional in-
dividualista trajo como consecuencia también una competencia y rivalidad en
el trabajo, al querer probar con esto que los mejores en las labores que se les
asignaban eran los de su región de origen. De esta situación se aprovechaban al
máximo las autoridades de las compañías petroleras, acentuando las marcadas
diferencias que exisan entre ellos, para seguir de esa manera explotándolos al
máximo.
Para ese entonces, la situación de los obreros era tan críca que el Ministro
de Relaciones Interiores dictó una resolución, por disposición del Presidente de
los Estados Unidos de Venezuela donde se comisionaba al ciudadano Rómulo
Farías Nones, para que se trasladara el Estado Zulia, con el objeto de inspeccio-
ISSN 2660-9037