CLÍO: Revista de ciencias humanas y pensamiento crítico / Año 3, Núm 6. Julio / Diciembre (2023)
Julio Guillermo Otero Celedón,María Martha Daza Mejía, Yamelys Navarro Becerra
Factores determinantes para el acceso a la educación superior en el Municipio San Juan del Cesar-La Guajira ... PP: 140-153
ISSN 2660-9037149
Dicha escuela, supondrá un nuevo avistamiento, desde el cual: la sociedad, la familia e
incluso la universidad, podrán ir sintiéndose identicadas. Pues, viene a ser una manera de, ya
no sentirse ajenos al proceso de formación del estudiante desde sus primeras etapas. Sino,
que todas las partes desde sus conceptos preestablecidos y desde su proceso creativo, se
sentirán vinculadas, en lugar de sentirse inadecuadas o fuera de contexto.
Tales conceptos preestablecidos y proceso creativo, comienzan a observarse desde la
llamada etapa preoperacional del individuo. Por tanto, el desarrollo del pensamiento formal
podrá ir estableciéndose desde dicha etapa, alcanzando todo el trayecto de vida, que cogni-
tivamente establece vínculos con el entorno, favoreciendo sus inquietudes como sujeto de
conocimiento, como sujeto cognoscente.
Según Dadamia (2001), se pueden distinguir cinco períodos evolutivos en el proceso de
la creatividad, los mismos partiendo de los estudios longitudinales de Torrance sobre la evo-
lución de la creatividad. Tales períodos son: el multisensorial, simbólico, intuitivo, creativo y
operativo. En este sentido, tanto el lenguaje natural, como el llamado lenguaje articial siem-
pre están presentes en el individuo. El pensamiento opera en un contexto lógico-simbólico,
desde que el sujeto comienza a hacer uso del mismo, no necesariamente tiene que estar en
un ambiente cienticista, para jar y resolver tareas complejas en relación al conocimiento.
En este orden, el pensamiento formal es una dinámica epistémica que alude a plantear
inquietudes, por tanto, a formularlas. Las mismas, en el proceso de autoconocimiento, de
autorreexión y en la interacción con el entorno.
El desarrollo del pensamiento formal, fomenta en el individuo-niño, la pregunta del qué,
cómo, cuándo. La misma, con formulaciones desde una o varias interrogantes. De esta ma-
nera, el individuo ya comienza a formular hipótesis, a desarrollar premisas. Es capaz de cons-
truir y construirse simbólicamente.
Necesariamente, no todo individuo es consciente de ello. Pues, es un proceso tan natural,
que es parte de todo, de un todo y de cada uno. Como tal, somos pensamiento, él mismo,
un hecho natural, básico. Solo, que la mayoría de las veces o, todas las veces pareciera un
hecho extraordinario, y no cotidiano. El reconocimiento cotidiano del mismo, podría mejorar y
ayudar a gran escala, al rendimiento escolar-académico. Al rendimiento en las distintas áreas
del conocimiento y de los programas de estudio.
Por tanto, el desarrollo del pensamiento formal es, lo que fomentaría el espacio idóneo,
para que los escolares del municipio San Juan del Cesar-La Guajira, se vayan apropiando de
la apertura académica-superior a partir de sí.
El desarrollo de este tipo de pensamiento, requiere de herramientas pedagógicas permeables, para
que el mismo, alcance su máxima expresión. Sólo, desde una gestión pedagógica pertinente podrá
alcanzarla. De esta manera, ir subsanando el abismo académico, en cuanto al hecho cientíco. Hecho,
del cual quedan aisladas la educación básica y media. Ante, su no reconocimiento en tales etapas.